Pero nunca acaban aquiacute; todas las zozobras sobre las celadores del equilibrio moral: las cortesanas tambieacute;n representan una amenaza para las hembras decentes: su desenvoltura, su vida alegre desplazandolo hacia el pelo sobre todo, su independencia econoacute;mica y liberacii?n sobre movimientos subvierten visceralmente las relaciones sobre geacute;nero.

June 18, 2022

Sobran evidencias de que, de hecho, habiacute;a razones de alarma: maridos que descuidan el sustento familiar, que maltratan esposas e hasta las abandonan Con El Fin De convivir con sus practicantes; apasionados que exigen de las damas promesas de fidelidad; desengantilde;ados que agriden a las cortesanas exigiendo la devolucioacute;n sobre presentes cuando dispensados; celosos que retan a las rivales para disponer quien permaneceraacute; con la mozo amada, joacute;venes que dilapidan alegremente sus fortunas como Joseph Jimeacute;nez que en el transcurso sobre vi­a antilde;o regaloacute; a Dontilde;a Manuela la Chica ropa asi­ como joyas por tasacii?n de 3000 reales (AHN, Consejos, Leg. 5665, antilde;o 1694). En resumen, ”las damas desean gala en el enamorado. finezas, afectos, suspiros, llantos, ternezas, halagos, paseos, obligaciones, atenciones, valentiacute;a en el donaire desplazandolo hacia el pelo donaire en no ver blanca”. En otras palabras, se alcahueteria de un prototipo de prostitucioacute;n maacute;s suave, refinada desplazandolo hacia el pelo ceremoniosa en la que los intereses, que en uacute;ltima instancia la fundamentan, quedan disimulados pobre unas galanteriacute;as en las que reside excelente pieza sobre la aficioacute;n que suscita este uso.

La pasividad, cuestionarios quickflirt la discrecioacute;n de la mujer estaacute;n completamente ausentes del comportamiento de estas damas cortesanas: desprovisto viacute;nculos familiares, nunca esperan pasivamente que la caridad les sustente, Con El Fin De proteger discretamente su honra dentro de cuatro paredes: ellas toman las riendas de su vida: deciden coacute;mo y no ha transpirado con quieacute;n vivirlas. Tambieacute;n poseen la energia sobre la relacioacute;n: son ellas las conquistadoras, y no ha transpirado no al opuesto. En suma, las cortesanas llevan al descreacute;dito la apariencia de la mujer doacute;cil, sobre la esposa devotada desplazandolo hacia el pelo sufridora, de la joven doncella enclaustrada, privada de estas diversiones cortesanas, oponiendo la fama sobre la mozo guapa desplazandolo hacia el pelo entretenida, que decida el rumbo sobre las relaciones con el sexo opuesto.

Por uacute;ltimo, las cortesanas son un excelente paradigma sobre la nueva certeza madrilentilde;a: ellas proclaman abiertamente las tratos iliacute;citos: nunca estaacute;n apartadas en determinadas calles o barrios ni recluidas en casas de uso, dispersas por la poblacion, invaden todo el mundo las aacute;mbitos, en donde se mezclan ostensivamente con chicas de clase y no ha transpirado castas doncellas: ”Entra en el templo nuestra mujer, convirtiendo a siacute; las ojos sobre todos. toma punto asi­ como toacute;male enfadaacute;ndose con las que nunca se le dejan extremadamente desahogado, porque presume que el preferiblemente vestimenta merece el preferiblemente lugar” (ZABALETA, 1983, p.121). Ambiciosas, nunca se limitan a ganarse la vida en locales estigmatizados: pregonan a las cuatro vientos su encanto, su riqueza, su poder, asi­ como en la base sobre aquellos nuevos valores, que ninguna cosa deben ver con la virtud, uacute;nico don posible Con El Fin De la femina decente, reclaman su lugar en la humanidad.

Representan el anhelo sobre ascender socialmente viacute;a riqueza, la aspiracioacute;n sobre labrarse la posicioacute;n a partir de una bella imagen desplazandolo hacia el pelo de un variado menuacute; de diversiones, manejando con destreza las leyes de la oferta desplazandolo hacia el pelo la demanda. Son fruto sobre la existencia sobre un contexto favorable de el consumo (dinero, deseo sobre ostentar y atraccioacute;n por la novedad) acompantilde;ado de una invasioacute;n de arti­culos (frecuentemente sobre importacioacute;n). Son tambieacute;n fruto del peso de las apariencias ”no vivimos con la necesidad, sino con la opinioacute;n” ( SALAS BARBADILLO, 1951, p. 149). Al famoso axioma ”Las hembras nunca basta que sean honradas que es menester que lo parezcan” oponen su opuesto: ”no seri­a preciso acontecer honrada, basta parecerlo”. Este razonamiento abre la alternativa sobre alcanzar con dinero las preeminencias reservadas a la honra. Son el producto sobre la colectividad que reuacute;ne numerosos joacute;venes solteros, usuarios de estas maacute;s diferentes condiciones, mujeres desprovisto amparo viril asi­ como, por tanto, falto alternativas de sustentar la reputacioacute;n, desprovisto dinero y no ha transpirado carente posibilidades de conseguirlo por medios liacute;citos, del anonimato, sobre la confusioacute;n de estados, que puede transformar en damas a chicas de pequei±a condicioacute;n.

A la riacute;gida mundo estamental basada en la casa cuya titulacioacute;n asi­ como renombre cabe a todos los miembros defender, las cortesanas oponen la disputa del individuo desarraigado, por abrirse camino en base a meacute;ritos que nunca obligatoriamente se ajustan a los criterios de matanza desplazandolo hacia el pelo virtud.

Por estas circunstancias el asunto se presta, conveniente que ninguacute;n otro, an efectuar una serie de criacute;ticas a aquella sociedad: criticando la estima por el dinero, las moralistas rechazan valores sobre la economiacute;a capitalista (intereacute;s, beneficio, competencia) fenoacute;meno del que las cortesanas forman parte. Ademaacute;s el asunto resulta excesivamente correcto de analizar las relaciones conyugales y elaborar hincapieacute; en el comportamiento femenino. Por uacute;ltimo, y a partir del anaacute;lisis de las modificaciones en el comportamiento sobre ambos sexos, se ocurre a combatir los cambios sociales, nuevamente tomando las cortesanas igual que hilo conductor porque eacute;stas, aprovechando la oportunidad que el culto a las apariencias les brinda, invirtiendo las teacute;rminos, ponen de relieve las fisuras desplazandolo hacia el pelo contradicciones de esa humanidad que facilita an una prostituta igualarse en gratitud a la mujer virtuosa. Y ante cambios reales en la mundo los moralista oponen la dorso al patron tradicionalista: cuanto mayores son las divergencias entre la comunidad y las modelos maacute;s intransigentes seraacute;n sus propuestas.

REFERENCIAS BIBLIOGRAacute;FICAS

Archivo Histoacute;rico Nacional ? Madrid (AHN), Consejos, Sala sobre Alcaldes sobre vivienda y no ha transpirado Corte (SACC)

REMIRO DE NAVARRA, B. Los riesgos de Madrid, Madrid, Aguilar, 1951.

SALAS BARBADILLO, A.J. El llamativo desplazandolo hacia el pelo sabio Alejandro fiscal de vidas ajenas, Madrid, Aguilar, 1951.

ZABALETA, J. El diacute;a sobre fiesta por la mantilde;ana y no ha transpirado por la tarde, Madrid, Castalia, 1983.

CHAUCHADIS, C. Honneur, Morale et societeacute; dans l’Espagne sobre Philippe II, Toulouse, Ed. CNRS, 1984.

FLANDRIN, J.C. La moral sexual en occidente. Evolucioacute;n de estas actitudes asi­ como comportamientos, Barcelona, Juan Granica, 1984.

MARAVALL, J.A. La desarrollo del barroco, Barcelona, Ariel,1983.